De cero ideas a programar tu primera semana de posts: mi experiencia con ChatGPT
Cómo pasé del bloqueo a programar mi primera semana de contenido
Amo crear productos digitales. Puedo pasar horas diseñando un planner, armando un ebook o creando plantillas que hacen la vida más fácil. Me encanta ver mi web “lista y perfecta”.
Pero había un problema: nadie sabía que existía lo que yo había creado.
Y ahí empieza la parte incómoda para mí: hablar de mis productos en redes sociales.
Cuando llega el famoso bloqueo
Seguro te ha pasado: abres Instagram y te preguntas…
¿Qué publico hoy?
¿Cómo no sonar rara?
¿Y si no le interesa a nadie?
Eso me pasó. Me encontré frente a un muro. Y claro, como todo buen emprendedor digital, fui a buscar consejos. Una de las recomendaciones que encontré: “Pídele a ChatGPT un calendario de 30 días de contenido.”
Lo hice.
¿El resultado? Un documento enorme lleno de ideas que parecían escritas para alguien más. Algunas me gustaban, otras no tenían nada que ver conmigo. En lugar de darme claridad, terminé más confundida.
La magia de empezar en pequeño
Así que cambié la estrategia. En vez de 30 días, le pedí a ChatGPT algo mucho más sencillo: solo una semana de ideas.
Ahí sí respiré. Una semana no me abrumaba. Podía tomar lo que me servía, ajustar lo que no, y sentí que finalmente tenía un punto de partida.
Recuerdo un momento clave: describí mi planner y ChatGPT me devolvió ideas como:
“Explica cómo usarlo para organizar tu semana en 3 pasos.”
“Cuenta 3 errores comunes al organizarse sin planner.”
“Muestra en un reel cómo luce un día planificado con tu plantilla.”
Ese día me sentí aliviada. Ya no estaba frente a una hoja en blanco. Tenía opciones, y lo mejor, podía adaptarlas a mi estilo y con la mente abierta a otras ideas relacionadas a los demás productos.
Lo que descubrí en el proceso
Al inicio pensaba: “si uso ChatGPT, ¿no me va a quitar creatividad?”. La realidad fue la contraria.
Me di cuenta de que no tenemos que saberlo todo.
ChatGPT no habla por ti, pero sí te ayuda a arrancar.
Cuanto más probaba, más claras se volvían mis ideas.
En lugar de volverme “dependiente”, me empujó a descubrir lo que sí me gustaba y lo que no.
De improvisar a planear (sin perder flexibilidad)
Mis primeros posts los hacía y publicaba el mismo día. Luego logré programarlos con un día de anticipación. Después, avancé a tener una semana lista con 3–4 posts.
Hoy mi meta es llegar a dos semanas completas, pero sin obsesionarme con el “calendario de 30 días”. Porque la verdad, en un mes pueden pasar mil cosas: se te ocurren nuevas ideas, cambias de enfoque, hasta la inspiración te sorprende en medio de otra tarea.
Prefiero la flexibilidad a la rigidez.
Si crear contenido te da bloqueo, aquí van mis tips
Empieza con menos: una semana de ideas es más que suficiente.
No publiques todo tal cual, ajústalo a tu forma de hablar.
Programa aunque sean 2 posts: la paz mental lo vale.
No busques que tus primeros posts sean perfectos: piensa en ellos como ensayos.
La lección más grande: consistencia > perfección
Al inicio no me gustaba nada de lo que publicaba.
Pero cada post, aunque no fuera perfecto, me acercaba un poquito más a mi estilo.
Y un día te das cuenta: disfrutas el proceso, tu voz empieza a sonar clara, y crear contenido ya no se siente como un castigo, sino como parte natural de tu negocio.
Si sientes que crear contenido no es lo tuyo, prueba con lo mínimo: una semana.
Te va a dar confianza, vas a experimentar, y poco a poco vas a encontrar tu forma.
Y recuerda: no necesitas tenerlo todo listo para empezar. Lo importante es empezar.
Da el siguiente paso.
Yo convertí a ChatGPT en mi asistente de contenido y ventas. Si tú también quieres dejar de empezar desde cero, mi ebook “100 Prompts con Propósito para Ventas y Negocios Digitales” te puede ahorrar mucho tiempo (y muchos bloqueos).